La tolerancia es un valor moral que se define como; «Respeto y consideración a las ideas, creencias o prácticas de los demás aún cuando son diferentes o contrarias a las propias«. De hecho el origen de la palabra proviene del latín «tolerantĭa», que significa; «cualidad de quién puede aguantar, soportar o aceptar».

Por ello, la tolerancia es una cualidad fundamental para la vida en sociedad debido a que todos somos únicos de alguna manera, y como sociedad gregaria nos toca convivir con otras personas, gracias a la tolerancia esto puede llevarse de forma más amena, respetando la libertad de los demás y estos a nuestra propia libertad.

Sin embargo es importante señalar que ser tolerante no implica aceptar todo lo que los demás impongan, por ello hay que ser tolerante siempre y cuando no se cause un perjuicio o afectación al bienestar de uno mismo u otra persona.

Por lo cual, la tolerancia es un concepto amplio que significa aceptarse y respetarse a uno mismo y luego a los demás, sin importar el status social, la religión que se profesa o a la etnia a la que se pertenece. Para practicar la tolerancia es necesario escuchar y ponerse en el lugar de los demás, apreciando su punto de vista y siendo empático.

Lo contrario a la tolerancia es la intolerancia, definida como la incapacidad o falta de voluntad de tolerar algo, la intolerancia es tan grave que incluso ha sido la culpable de numerosas guerras históricas ocasionadas por numerosas razones como la religión y las ideas políticas contrarias.

En la actualidad se han gestado grandes medidas en busca de incentivar la tolerancia entre las personas del mundo, tan es así que el 16 de noviembre fue instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional de la Tolerancia, celebrando así uno de los valores más importantes que existen para la vida en sociedad.